Roy Andersson

Su cine, siempre preocupado por la condición humana, es calificado como comedia y tragicomedia surrealista que llega a rozar el esperpento.

Durante sus años de publicista y editor de anuncios comerciales desarrolló una imagen y un lenguaje narrativo construido con tomas muy largas en pantalla completa, que siguen caracterizando su cine.

Siguió trabajando en cortos comerciales publicitarios -anuncios- con los que tuvo éxito y fundó en 1980 su propia productora, Studio 24, lo que le ha proporcionado un absoluto control creativo sobre sus producciones que se manifestará en la trilogía: Canciones desde el segundo piso, La comedia de la vida y Una paloma se posó sobre una rama a reflexionar sobre la existencia donde logra consolidar su estilo personal, caracterizado por escenas independientes y tomas largas.

Entre otras cosas, ganó cinco Guldbaggar y el premio del jurado en Cannes.

Ha declarado sobre el pintor Francisco de Goya y Lucientes: "se convirtió en mi principal influencia como creador.