Se han encontrado importantes vestigios en pequeños enclaves desde donde se controlaban las vías de penetración hacia el interior (El Polseguer, el collado del Moro, el Carrasclet y la masía de Vito).
La guerra de los Segadores le afectó de lleno: el mariscal francés Schomberg, que controlaba Tortosa, realizó una incursión en Rossell y le incendió completamente (1648).
Cabrera elaboró desde aquí muchos “partes” de guerra, y en los alrededores tuvieron lugar importantes encontronazos.
Después Rosell sufre la guerra civil y la helada de 1956; durante esta época el pueblo va cogiendo su perfil actual.
El bajón demográfico que sufre el interior del norte valenciano aquí se ha interrumpido, por tanto esta inflexión positiva debe llevar a Rossell a encarar el siglo XXI con mucha ilusión.
Y cómo ice la Jota: Ja poden ficar paret, per voler-nos separar, ja poden ficar paret, que entre el Rossell i La Sènia només passa un riu estret.
Se accede a esta localidad desde Castellón tomando la CV-10, luego la CV-11 y finalmente la CV-100.