En México se le considera un elemento de la identidad nacional y un símbolo del carisma mexicano.
[1] El rosa mexicano comenzó a ser conocido como tal gracias al periodista, pintor, historietista y diseñador de modas Ramón Valdiosera.
Valdez Peza y Châtillon hacían comparaciones con otros países y negaban la posibilidad, pero Valdiosera se expresaba a favor: En 1946, durante los preparativos para la presentación de un desfile de modas en Cuernavaca, Valdiosera se encontró con el candidato a presidente Miguel Alemán, a quien le mostró sus creaciones y le expuso su idea de gestar y promocionar una moda mexicana.
Por entonces, Alemán estaba interesado en promover en el exterior la imagen de un México moderno y pujante, que atrajese las inversiones extranjeras.
[3] Otro arquitecto mexicano que se caracterizó por utilizar este color en sus proyectos fue Ricardo Legorreta.