Rosa Campusano

[1]​ Rosa es descrita por los cronistas como una bella mujer de tez blanca y ojos azules, inteligente, vivaz e instruida.

Su tertulia era frecuentada por gente prominente y aprovechó su posición como amante de un general realista, para obtener información militar que suministraba a los patriotas y para ocultar en su casa a oficiales desertores del ejército real para luego ayudarlos a unirse al campamento patriota de Huaura.

El general conoció allí a Rosa y al día siguiente, domingo 29 de julio, San Martín devolvió la atención con otro baile, ahora en los salones del Palacio de los Virreyes y volvió a verla.

Según testimonios de la época, Rosa y El general se volvieron amantes.

[1]​ La “Protectora” en su testamento declaró estar casada con Ernesto Gaber, quien la había abandonado, marchándose a Europa; y tener un hijo llamado Alejandro.