Por un lado, aquellas prendas íntimas convencionales que incorporan un bolsillo interno para colocar una toalla sanitaria.
Los materiales empleados dependen del fabricante, a menudo se eligen aquellos con propiedades antimicrobianas e hidrófobas.
[7] Esto también permite un ahorro al no tener que reemplazar los insumos con cada ciclo menstrual.
[4] Como son de uso externo, representan una alternativa para usuarias que no desea utilizar productos insertables por cuestiones culturales o religiosas.
Pueden, a su vez, asistir en cuadros leves de incontinencia urinaria, mioma uterino, sangrado abundante en la menopausia, y son una opción para personas con suelo pélvico debilitado.