[1] La fe popular es tal que, cuando se realizó la remodelación y reconstrucción del contorno de la Estación Central, esta pared no fue removida.
Las animitas son un monumento funerario popular que surgen por la misericordia del pueblo, en el mismo lugar donde las personas fueron asesinadas o perdieron la vida en un accidente en el entendido que sus almas permanecen ahí.
[3] A ellas les construyen casetas llamadas casilla, templete, ermita o gruta.
Cada milagro que ella hace se agradece con una placa en el muro o templete construido.
La investigación no corroboró que se tratara de un convaleciente de tuberculosis, mal masivo en esa época, y no se encontraron registros, aunque sí es históricamente verosímil que muchos afuerinos que sufrían esta enfermedad fueran asaltados en las peligrosas calles cercanas de la estación mientras esperaban su tren.