Su interés por aprender la cultura del pueblo se originó en los innumerables viajes realizados junto a su padre por Sudamérica cuando era niño.
Con esta revista no solo se iniciarían sus exploraciones por el país sino que también su trabajo como escritor.
Sus primeras publicaciones fueron de poesía y en colaboración con el escritor Juan Cabrera Pajarito (Jacobo Danke), juntos escribieron Poemario (1929).
Alrededor de 1942 se inclinó por la investigación folclórica, tras obtener una beca para conocer el arte popular boliviano.
Posteriormente, continuó sus estudios en Brasil, Argentina, Uruguay y otros países del cono sur.
Con asistencia de: Doctor Aureliano Oyarzún Navarro, Ismael Edwards Matte, Domingo Santa Cruz, Oreste Plath, Ricardo Donoso, Raúl Silva Castro, Benedicto Chuaqui, Andrés Sabella, Carlos Lavín, Oscar Cortés, Humberto Grez, Leopoldo Pizarro, Vicente Reyes Covarrubias, Víctor Castro, Gualterio Looser, Luis Gómez Catalán, Alberto Ried Silva, Remigio Acevedo, Carlota Andrée, María Luisa Sepúlveda, Camila Bari de Zañartu, Emilia Garnham, Carlos S. Reed, Sady Zañartu, Juana Risi de Maldini, Josefa Turina, María Bichón, considerándose todos ellos socios y miembros fundadores.
[2] Trabajador infatigable, se interesó por todo lo profundamente nacional: los mitos, las leyendas, la poesía, los pájaros, los mineros, los juegos, el habla, las animitas, la comida, la medicina popular, la arquitectura, los personajes típicos, la vestimenta y las costumbres.
Por otra parte, junto a su mujer, Pepita Turina, realizaron un gran aporte a la literatura nacional al incentivar un extenso ciclo de conferencias en el Museo Benjamín Vicuña Mackenna, en el que cuarenta y siete escritores presentaron sus ensayos autobiográficos.