Se trata de un nombre personal petrificado como topónimo, en este caso una forma autóctona del actual Roldán.
[5] Lucas Fernández, que adopta en su obra (siglo XVI) una variante literaria del habla rústica llamada sayaguesa, hace uso de esta forma: “¡Juro a sant Rollán, no hago!”.
También hay vestigios romanos como las dos calzadas cercanas, la de Los Mártires y la que unía Ledesma con Cáceres.
Durante la invasión francesa, algunos hombres de la villa entraron a formar parte de la guerrilla dirigida por Julián Sánchez "El Charro", y participaron en escaramuzas apoyados por los vecinos y gentes del lugar.
Al terminar el siglo XIX, Rollán pasó a pertenecer al obispado dejando atrás el feudalismo de la Orden de Alcántara y que, actualmente, sólo tiene carácter honorífico.
Cabe destacar que se trata de un municipio ampliamente conocido en la comunidad odontológica internacional.
Ello es debido al acuífero existente bajo la localidad y más concretamente el pozo de "El Caño Artesiano" del que durante años se abastecía de agua a la población.
El agua del citado pozo contiene una excesiva cantidad de flúor.