Rodrigo Fernández de Narváez

Fue bautizado en la parroquia de Santa María del Alcázar, era descendiente de Sancho Ruiz de Narváez,[1]​ por lo que era miembro de la nobleza y, como tal, entendido en el manejo de armas y de las técnicas del combate.

Falleció a principios de 1422 y fue sepultado en la colegiata que él mismo había fundado.

Su sepulcro se conserva hoy en la parroquia de Santa María del Alcázar y San Andrés, adonde se trasladó la colegiata en el siglo xviii por ruina de su templo original.

Usó como tal sus armas familiares, a saber: de gules a las cinco flores de lis de plata en sotuer.

El único ejemplar monumental conservado forma parte del retablo heráldico que decora la torre de la catedral de Baeza.