[9] Al asumir el gobierno, Rodríguez Saa ratificó los principales lineamientos económicos de su gestión interina.
El déficit público sería financiado con una nueva emisión de bonos similares a los Lecop, que funcionarían como cuasimonedas.
[10] Desde el gobierno se argumentaba que en un ambiente de crisis económica y con escasas reservas, liberar el tipo de cambio tendría consecuencias insospechadas, por lo que se prefería dilatar esa decisión hasta la asunción de un nuevo gobierno electo, donde se esperaba contar con una economía saneada y un banco central nuevamente fortalecido.
[9] Durante la breve gestión Rodolfo Frigeri, el Gobierno intentó esquivar la devaluación del peso emitiendo una nueva moneda de curso legal llamada "Argentino", como una solución para brindar mayor liquidez al sistema en un momento en que la situación fiscal era alarmante.
[12] Sin embargo, la principal preocupación era la inevitable devaluación que tendría la nueva moneda contra el peso convertible y el dólar.
En una entrevista periodística, el ideólogo del proyecto monetario[13] y flamante presidente del Banco Nación, David Expósito, mencionó que podrían ponerse en circulación entre 10.000 y 15.000 millones de "argentinos", lo que significaría una masa circulante igual o superior hasta en un 50% de los pesos convertibles.
[12] Tras la polémica desatada por Expósito, Rodríguez Saá le solicita la renuncia y Rodolfo Frigeri intenta despegarse del proyecto de la nueva moneda, dándolo por finalizado.
[14] A los pocos días de su asunción Rodríguez Saá comenzó a hacer evidente su intención de permanecer en el Gobierno hasta el 2003, situación que inquietó al resto del Partido Justicialista.