Un rodillo, rolo o rulo es un apero empleado en agricultura para compactar el terreno cuando la tierra está muy suelta preparándola para la siembra y desterronar en caso de ser necesario.
El rodillo se conoce en Europa occidental desde 1500, pero su uso parece haber estado reservado a las tierras fuertes hasta el siglo XVIII[3], en una época en la que la metalurgia y la mecanización permitían concebir herramientas cómodas de utilizar.
Sin embargo, el agrónomo andalusí Ibn Al-Awam había mencionado la existencia de rodillos desmenuzadores ya en el siglo XII[4].
Los rodillos preparan lechos de siembra óptimos haciéndolos tan planos como sea práctico y moderadamente firmes.
Por ello, en el momento de la siembra es importante desmenuzar incluso los terrones más pequeños y nivelar bien la tierra.
También se cree que el balanceo ayuda a reducir la pérdida de humedad del suelo cultivado.
En el críquet, los rodillos se utilizan para que el campo sea plano y menos peligroso para los bateadores.
Si cultiva una zona con muchas rocas o cepellones duros, le recomendamos que utilice un rodillo de tierra poco después de plantar soja u otros cultivos bajos (básicamente, todo lo que se cosecha con un cabezal flexible).
El rodillo empujará esos objetos sólidos hacia el suelo, para que no los recoja después el cabezal de la cosechadora.
Los rodillos pueden ayudar a gestionar los residuos al triturar y romper los tallos de maíz más duros.