Ingresó a la Real Armada en septiembre de 1823, navegando por distintos mares del mundo durante años.
Simultáneamente, el Río de la Plata estaba bloqueado por las flotas británica y francesa desde dos años antes.
El diferendo sería solucionado al año siguiente, con la firma del Tratado Arana – Southern.
Gore lo encontró durmiendo en su cama en la mañana del día siguiente de la batalla, y –de acuerdo con el capitán de la nave– lo condujo hasta el Locust, buque británico que lo llevaría al exilio en Gran Bretaña.
En enero del año siguiente, durante el sitio impuesto a la ciudad de Buenos Aires por Hilario Lagos, Gore acusó al gobierno de distribuir armas entre los residentes británicos, algo expresamente prohibido por los tratados de paz vigentes entre ambas naciones.