Rufo Festo Avieno, un poeta latino del siglo IV d. C., escribe: El nombre de Guadalaviar (al wādī al-ʾAbyaḍ 'río blanco') lo ha tenido desde el siglo X, y así se conoce actualmente su primer tramo hasta la confluencia con el río Alfambra (لحمراء al-Ḥamrāʾ ʾ 'la roja') en la ciudad de Teruel; a partir de esta ciudad, las aguas del río cambian de color, teñidas por las aguas rojas del Alfambra.
Este es un característico río mediterráneo, con grandes diferencias de caudal en las distintas épocas del año.
El río discurre encajonado, por lo que su cauce llega a ser de difícil acceso.
Atraviesa, frecuentemente encañonado, los siguientes términos municipales: Aras de los Olmos, Titaguas, Tuéjar, Benagéber, Chelva, Calles, Domeño, Loriguilla y Chulilla.
Y, a partir de Pedralba, se extiende formando un parque natural hasta la desembocadura.
Hechos como este provocaron que se idease un proyecto para desviar el cauce del Turia, y así evitar posteriores inundaciones.
Asimismo se procuraba en generar nuevas infraestructuras para el crecimiento de la ciudad.