Se estima que en la cabecera del Guadalentín llegaron a caer 600 mm en tan solo una hora,[1] intensidad rara vez alcanzada en un episodio torrencial.
Este río alcanzó un caudal en Lorca de 1450 m³/s, desbordándose y causando grandes daños en toda su cuenca.
También los ríos Mundo, Alhárabe, Argos, Quípar y Mula tuvieron fuertes crecidas.
La catástrofe dejó más de mil muertos: 761 en Murcia, trescientos en Orihuela,[4] trece en Lorca, dos en Librilla y uno en Cieza.
[2] Tras el desastre varias personas y empresas se dedicaron a realizar recolectas benéficas para los damnificados, como fue la organizada por la prensa murciana que recogió dinero de toda España hasta 1884.