Afectó principalmente a las ciudades más importantes de la baja Bretaña, en donde derivó en una revuelta contra los privilegios de la nobleza y aristocracia bretona.Bajo el liderazgo del notario Sebastien Le Balp, artistas y algunos miembros del clero, en algunas áreas fue preconizado el colectivismo de los bienes e incluso de las mujeres, teniendo las fuerzas insurrectas la bandera roja como emblema.[1] La rebelión fue reprimida gracias al envío de tropas desde Nantes, siendo numerosos campesinos condenados a muerte por ahorcamiento o confinados a galeras.Luis XIV declara la guerra a las Provincias Unidas en 1672.La flota holandesa amenaza constantemente las costas francesas, principalmente Bretaña, entre abril y mayo de 1673 en Belle-Île y Groix en 1674, bloqueando el comercio bretón.