En 1973 la monarquía había sido derrocada y tomó el poder Mohammed Daud Khan.
El nuevo presidente pronto comenzó a enfrentarse al Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA, comunista), que inicialmente había sido su aliado.
[5] También facilitó la Revolución que Daud socavó su apoyo por derecha y por izquierda pues, por un lado, en 1976 hizo una reforma agraria por ley que no se aplicó pero que le ganó el resentimiento de sus aliados tradicionales en el campo, y por otro, destituyó a muchos oficiales y funcionarios izquierdistas tratando de ganarse la simpatía de los sectores conservadores.
[7] Luego, los dirigentes del PDPA fueron encarcelados, incluyendo a Nur Muhammad Taraki y Babrak Karmal.
[8] Sin embargo, Hafizullah Amín estuvo durante las cinco primeras horas bajo arresto domiciliario, dándole la oportunidad de ordenar un levantamiento de las Fuerzas Armadas (Amín trabajaba con los militares por disposición del Partido).
Entonces, cuando estábamos tomando un pequeño descanso, un soldado entró en la habitación y le dio a Daud un pedazo de papel.
[10] A pesar de que por radio se pedía que la población permaneciese en sus hogares, muchos jóvenes salieron y adornaron con flores los tanques y las armas de los soldados.
[11] Para los académicos Fred Halliday y Zahir Tanin, este fue un caso de «revolución desde arriba», en la cual contraélites revolucionarias usan el poder del Estado para imponer cambios radicales.
El gobierno comunista de Taraki inició un programa de transformaciones: canceló deudas, préstamos e hipotecas que los campesinos habían tomado de usureros; se hizo un decreto para «garantizar la igualdad de derechos entre mujeres y hombres en el ámbito del derecho civil y eliminar las injustas relaciones feudales patriarcales entre esposa y marido»; criminalizó los matrimonios por dinero o forzados; distribuyó gratuitamente las tierras confiscadas a los señores emigrados y a la familia real para los campesinos sin tierra; etc.[13] También fueron legalizados los sindicatos, se estableció un salario mínimo, un impuesto a la renta progresivo, se redujo el precio de alimentos de primera necesidad, se prohibió el cultivo del opio, se promovieron cooperativas campesinas; se inició una campaña de alfabetización[14] y se proyectó desarrollar las industrias pesada y ligera.
[2] Por eso no intervino en la preparación de la Revolución y solo la apoyaron una vez que había tomado el poder.