Pasó 7 años en Colombia esperando el momento perfecto para regresar al país.[5] Dos días después Ignacio Andrade asume el mando personal de la guerra y Cipriano Castro lanza una ofensiva coordinada contra Caracas.Después de esto varios caudillos y sus milicias desertan para el bando rebelde; cuando Castro se disponía a enfrentar en La Victoria Luciano Mendoza se encontró con la sorpresa que el general Ferrer decidió desobedecer las órdenes del gobierno y no hacerle frente.Con diez mil soldados, Castro entra en la capital el 23 de octubre[5][6] con los generales y caudillos Luciano Mendoza, Samuel Acosta y Luis Lima Loreto.[7] Andrade es derrocado en un golpe de Estado y forzado a exiliarse en Curazao.