Hubo también una quinta víctima, Orlando de Oliveira Alvarenga, que también fue baleado ese día en el mismo lugar, pero murió meses después.
Por ello los rebeldes no organizaron un sistema defensivo en sus fronteras contra posibles ofensivas militares de los estados vecinos.
La presión popular arruinó la misión de Oswaldo Aranha, dando como resultado que la propuesta del Frente Único Paulista se mantuviera.
Inicialmente, la sociedad fue llamada "Guarda Paulista", pero luego fue acordada como M.M.D.C., en homenaje a los jóvenes muertos el 23 de mayo.
Sin embargo, la interferencia del Gobierno Federal y de los tenientes en São Paulo continuaba siendo fuerte.
Por lo tanto, pensaban que las fuerzas revolucionarias simplemente marcharían hacia Río de Janeiro, entonces capital federal, sin enfrentar ninguna resistencia significativa.
Como sus fronteras estaban cerradas, no había forma de introducir más armas en el conflicto desde fuera del país.
Así que muchos voluntarios llevaron sus armas personales y los ingenieros de la Escuela Politécnica del Estado (hoy EPUSP) y del Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IPT) comenzaron a desarrollar armas que serían producidas por el propio estado para abastecer a las tropas.
São Paulo creó una moneda propia, que fue falsificada por el Gobierno Vargas y distribuida en la capital paulista para desestabilizar la economía del estado.
Paulo Virgínio fue obligado a cavar su propia tumba y murió gritando: Paulo Virgínio, junto con los jóvenes del MMDC, está enterrado en el punto central del Mausoleo de Ibirapuera e fue homenajeado al ponerle su nombre a la carretera SP-171, que cruza la región donde fue asesinado, el Valle de Paraíba.
Durante una misión en los alrededores de Queluz, ciudad ya tomada por las fuerzas adversarias, fue apresado por un sargento del Ejército Federal que le habría dicho en el acto: "¡Ríndase paulista!".
La inferioridad militar obligó a la continua retirada de las tropas constitucionalistas para rectificar las persistentes infiltraciones en su línea defensiva.
Como resultado, gran parte de las estrategias empleadas en aquel frente se basaban en esa doctrina, especialmente la defensa en profundidad.
Éstas, a su vez, reconocieron el terreno y repararon las vías en un intento de tomar Pouso Alegre.
Estos últimos reaccionaron e improvisaron su defensa en una batalla que duró hasta la mañana del 21 de julio.
El plan inicial preveía que las fuerzas paulistas actuasen como elemento de guardia y protección del grueso de las tropas, que debían unirse a la Revolución Constitucionalista desde Río Grande del Sur y Mato Grosso.
[78] La posición peor guarnecida por las fuerzas paulistas era la región norte de Itararé, en el lugar conocido como "Passo do Cypriano".
[78] En la tarde del 17 de julio, el subteniente João Sylvio Hoeltz sobrevoló las posiciones federales en Morungava, bombardeando sin éxito la artillería gubernamental.
Como resultado, las fuerzas federales consiguieron cruzar el Ribeirão do Onofre, ocupando la Fazenda Barreira e incautando material de guerra abandonado.
El destacamento del Coronel Silva Junior reanudó su avance a las 10h, avanzando sin resistencia hasta las 12h, cuando las tropas Constitucionalistas abrieron fuego en semicírculo, dentro de un matorral, bloqueando el avance de la dictadura, que avanzaba a campo abierto cuesta arriba.
Sin embargo, en aquel momento ya había tropas constitucionalistas en estampida hacia la retaguardia, contagiando a las demás.
Rodrigues Alves intentó contener a estos soldados, consiguiendo que algunos volvieran al combate, pero para entonces las trincheras ya estaban siendo tomadas por las tropas federales.
En ese momento, la situación entre los Constitucionalistas se descontroló y, antes de las 16 horas, el flanco norte cedió completamente.
Horas más tarde, estas tropas subieron por fin al tren atestado que los llevaría a Faxina (actual Itapeva).
A pesar del éxito de la retirada, el mando de las tropas constitucionalistas no supo aprovechar esta ventaja, ya que no llevó a cabo importantes destrucciones en la línea férrea, que podrían haber frenado el avance enemigo en algunos días.
A partir de entonces, emprendieron una larga resistencia contra las fuerzas federales sólo desde la orilla oriental del río.
Estos desertores, después de abandonar sus posiciones, cruzaron el río Ribeira hasta la orilla del Paraná.
Posteriormente, los hermanos Navarro se unieron al destacamento del coronel Plaisant y lucharon contra sus propios camaradas de las fuerzas paulistas.
[122][123] La Revolución de 1932 fue considerado por los historiadores como uno de los mayores conflictos en la historia brasileña del siglo XX[124][125] En la versión del gobierno federal provisional, entonces presidido por Getúlio Vargas, el conflicto no era necesario porque ya se habían programado elecciones generales para el año siguiente.
[137][138] A pesar de la derrota militar, los liderazgos paulistas consideraron haber obtenido una victoria moral y política.