El término resistencia civil, junto con el término "resistencia no-violenta", son utilizados para describir acciones políticas que se basan en el uso de métodos no violentos por parte de grupos de civiles para desafiar a un poder, una fuerza, una política o un régimen en particular.
[1] La resistencia civil opera mediante el llamado y desafío al adversario, mediante la presión y la coerción no violenta (presión psicológica y simbólica): involucrando acciones sistemáticas para debilitar las fuentes de poder del adversario para obligarle a negociar o retirarse del poder político.
[2] Entre las formas de acción de la resistencia civil se encuentran la inmensa mayoría de los métodos descritos por Gene Sharp: persuasión y protesta (discursos, entierros simbólicos, demostraciones, vigilias y peticiones); múltiples formas de no-cooperación política, económica y social (huelgas, boicots, trabajo lento, desobediencia social-simbólica, presión sobre funcionarios, hostigamiento a políticos, etc.), así como formas de acción o intervención directas no violentas (huelga de hambre, crear medios alternativos de transporte, obstrucción a las autoridades, juicios públicos a las autoridades, creación de instituciones paralelas y alternativas, jiu-jitsu moral y político, desobediencia civil y gobierno paralelo, entre otras).
[6] La resistencia civil es un fenómeno que se ha presentado en diversos ámbitos a lo largo de la historia reciente del hombre.
[7] Estos casos estudio, tanto exitosos como fallidos comprenden: Fuente bibliográfica: Adam Roberts y Timothy Garton Ash (editores), Civil Resistance and Power Politics: The Experience of Non-violent Action from Gandhi to the Present, Oxford University Press, 2009. https://global.oup.com/academic/product/civil-resistance-and-power-politics-9780199552016?cc=co&lang=en Otras obras relacionadas con este tema