Acuñó el término Polítical Jiu-Jitsu (Jiu-Jitsu político) que consiste en la reducción del poder, autoridad y legitimidad de tu oponente cuando este reprime violentamente a una resistencia no violenta que se mantiene a pesar de la opresión.
Los estados tienen sistemas particularmente complejos para mantener a los sujetos obedientes.
Estos sistemas incluyen instituciones específicas (policía, juzgados, entidades reguladoras) pero también pueden involucrar la dimensión cultural que inspira obediencia pretendiendo hacer implícita la idea de que el poder es monolítico (el culto divino a los faraones egipcios, la dignidad de la investidura presidencial, normas éticas y morales, y tabúes).
Comprender bien todo lo anterior proporciona los medios para la «resistencia no violenta» y da la oportunidad para efectuar el cambio dentro del estado.
Sharp cita la visión de Étienne de La Boétie, que sostenía que si los individuos de un estado particular reconocen que ellos son la fuente del poder del estado podrían rechazar su obediencia y sus líderes se quedarán sin ese poder.