Las actividades que realizaban eran agrícolas en los terrenos con poca pendiente y ganaderas en los montes.
Las actividades agrícolas se limitaban a pequeños huertos y la siembra de cereales cada cuatro o cinco años.
En las umbrías más serranas, la degradación de los alcornocales dio lugar a los madroñales, integrados básicamente por madroños, lentiscos, cornicabras, labiérnagos y durillos.
Este hábitat era bueno para estas especies, porque la actividad agrícola tradicional junto con los bosques de encinas proporcionaban el hábitat ideal para las especies presas de estos depredadores como el conejo, la perdiz, la liebre, etc.
Esto fue debido a dos motivos fundamentalmente: el desmonte que se produjo en toda la reserva para la siembra de pinos, el cual aumentó la capacidad de carga del medio en especies herbáceas hasta que los pinos crecieron y producirse el efecto contrario; y a que el furtivismo fue muy perseguido en la dictadura.
Como ejemplo destacar que en una sola montería en una finca privada de 1500 ha.
[2] En la actualidad los ciudadanos de los municipios colindantes ven la Reserva Regional del Cíjara como una carga que les impide desarrollo turístico y agropecuario de la zona y que a su vez no les reporta ningún beneficio.
En cambio las limitaciones y los problemas que ocasiona a los Ayuntamientos son muchos y muy diversos tales como, el problema de los enclavados, los daños que ocasiona la fauna cinegética a la agricultura, la pérdida de territorio o el problema de poder visitar la Reserva entre otros.
En cuanto, a la Junta de Extremadura la inversión que realiza en la Reserva Regional del Cíjara todavía no es importante; ronda los 300 000 € (en gestión cinegética) en los últimos años.
- Este proyecto no ha contemplado ningún tipo de presupuesto adicional para llevar a cabo un cambio real en la gestión, al contrario lo que se pretende es reducir el gasto, limitando la gestión solo a la zona Sur y dejando a la zona Norte (19 400 ha) con una mínima gestión.
Es por estas razones que se esperan cambios en la gestión de este espacio.
La creación de este espacio junto con un plan turístico para la Mancomunidad del Cíjara o de la Siberia, que ayudara a la creación de un joven tejido empresarial y que atrajera inversores especializados en turismo rural sostenible avalados por experiencias exitosas similares en otros lugares de España sería la solución para dar una alternativa a los pueblos, a los jóvenes y sobre todo la mejor formula para conservar el patrimonio natural.
Hoy en día, solo en las zonas donde las actuaciones forestales han sido escasas, quedan restos de estos bosques y sus densos matorrales de sustitución, como testigos del primitivo paisaje.
El robledillo representa una pequeña isla en el área de distribución del roble.
La práctica totalidad de las rapaces y pajarillos que puedas encontrar en Extremadura.
También la visita estaciónal de las grullas, que pasan el invierno en las dehesas buscando la bellota.
La diferenciación de S. scrofa castilianus con respecto a la especie nominal europea no ha sido aún suficientemente clarificada.
Las condiciones que impone el medio forestal a las especies son muy limitantes.
Las mejores épocas de visita a la Reserva Regional del Cíjara son primavera y en septiembre-octubre, época en la cual se da el celo de los ciervos, "denominada la berrea del venado".
Paseando por la Reserva podemos encontrarnos formaciones vegetales de gran biodiversidad.