[3] En la actualidad, el área presenta sectores profundamente degradados producto de la histórica explotación maderera y la creciente ocupación humana producida en las últimas décadas.
La ocupación de las tierras produjo una serie de situaciones conflictivas cuya resolución aún no se considera definitiva, dado que no se ha resuelto la problemática estructural que les dio origen.
Entre los ejemplares de mayor porte se encuentran el guatambú blanco (Balfourodendron riedelianum), el laurel negro (Nectandra saligna) y menos frecuentemente el sombra de toro (Jodina rhombifolia), el maba (Maba inconstans) y el urundey-pará (Astronium balansae).
Se registró la presencia de varias especies de aves, entre ellas se observaron ejemplares de pitanguá (Megarhynchus pitangua), surucuá (Trogon surrucura), tingazú (Piaya cayana), taguató (Buteo magnirostris), zorzal chalchalero (Turdus amaurochalinus), paloma picazuro (Columba picazuro), mielero (Coereba flaveola), ratona (Troglodytes aedon), picaflor esmeralda (Amazilia versicolor), hornero (Furnarius rufus), tero (Vanellus chilensis), anó (Crotophaga ani), pirincho (Guira guira), paloma torcaz (Zenaida auriculata), jilguero dorado (Sicalis flaveola) y benteveo (Pitangus sulphuratus).
Los sectores bajos, con tendencia al anegamiento frente a lluvias intensas, albergan ejemplares de pato cutirí (Amazonetta brasiliensis), garza blanca (Egretta alba) y pitotoy chico (Tringa flavipes), entre otras especies de ambiente acuático.