Los ejemplares juveniles se distinguen porque el pico es gris, el iris marrón y tienen menos manchas blancas en la cola.
La subespecie sudamericana P. c. mehleri presenta generalmente plumas pardas y no negras en la cola.
Permanece en la canopia o en los bordes del bosque, hasta los 2.500 m de altitud.
Se le ve observar detenidamente las columnas de hormigas y picotea la carga que ellas llevan.
Durante el verano se le ve en compañía de mamíferos pequeños, como el tití Callithrix jacchus.
[1] Esta especie puede ser observada y fotografiarse en estado simulado (extensión 5 ha) silvestre en el Jardín Botánico de Guayaquil.