Tiene actitudes parecidas al zorzal colorado, pero algo menos terrícola y hace vibrar la cola en forma característica (poco notable en el otro).
Allí la hembra pone tres huevos de color celeste verdosos con manchas grisáceas.
Es omnívoro; se alimenta principalmente de frutos e invertebrados.
Busca frutos carnosos que constituyen la base de su comida, tanto los de tamaños pequeños que puede engullir enteros (hasta las dimensiones de una aceituna) como los más grandes que suele picar para abrirlos y consumir su pulpa.
Muy distinto, pausado, semejando sílabas; de menor potencia pero más variado y áspero que el del zorzal colorado.