Turdus rufiventris
Allí la hembra pone entre tres y cuatro huevos blancos o celestes con pintas marrones.Presenta párpado amarillo, dorso pardo oliváceo y zona ventral rojo anaranjado.Cuando camina por el suelo, se dedica a hurgar entre la hojarasca o los mantillos orgánicos en busca de lombrices que son de su especial predilección, entre otros invertebrados que completan su dieta.En las ciudades, sus vocalizaciones se escuchan claramente en el silencio matinal, antes de comenzar el bullicio urbano.Durante el día también es posible escuchar su canto potente, armónico y reiterativo, con notas poco variadas pero melodiosas.Además, profiere un silbido triste (de una nota repetida) cuando se halla oculto.