Repatriación de los restos de Juan Manuel de Rosas

Paralelamente, en aquella época se libraban en la Argentina unas guerras civiles que enfrentaban a federales y unitarios, siendo Rosas líder de los primeros.[3]​ Con Rosas fuera del país, los unitarios regresaron a Buenos Aires y emprendieron una política destinada a obliterar o denigrar su legado y confiscar sus propiedades entre acusaciones de alta traición.[4]​ Sin embargo, esta perspectiva historiográfica fue pronto confrontada a finales del siglo XIX por académicos revisionistas como Adolfo Saldías y Ernesto Quesada, quienes describieron a Rosas bajo una luz más positiva.[9]​ Alfonsín fue sucedido por el peronista Carlos Menem en 1989, en medio de una crisis económica.El Comité Pro-Repatriación intentó en vano eludir la regulación y, como resultado, el ataúd terminó instalado en el cementerio de la Recoleta.
Mausoleo de Juan Manuel de Rosas en el cementerio de la Recoleta.
Lápida de Rosas en el cementerio viejo de Southampton.