Ya desde la primera mitad del siglo XVII, Polonia-Lituania entró en una larga fase de conflictos bélicos, en su mayoría involuntarios, con sus vecinos.Segunda Guerra del Norte), que se conoció en la historiografía polaca como el "Sangriento" o "Diluvio Sueco".Rusia aprovechó la oportunidad de la guerra civil y acabó asegurándose una influencia a largo plazo con su intervención.Además de las potencias vecinas, Francia y Suecia también interfirieron en la discusión sucesoria, intentando colocar en el trono a Stanisław Leszczyński.Sin embargo, la nobleza polaca ignoró la decisión de los estados vecinos y votó mayoritariamente a Leszczyński.Rusia y Austria, sin embargo, no quedaron satisfechas con esta decisión e impulsaron un contravoto.En contra de lo acordado y sin consultar con Prusia, nombraron al hijo del difunto rey, el Wettin Augusto III.Diferentes facciones con distintos intereses se enfrentaban entre sí, lo que hacía imposible llevar a cabo reformas en un sistema basado en el principio de unanimidad.El "Veto Liberum" permitía a cada miembro individual de la Szlachta echar abajo un compromiso previamente negociado mediante su objeción.Tras la muerte de Augusto III, las dos familias nobles polacas Czartoryski y Potocki en particular lucharon por el poder.Aunque el resultado de la elección real fue totalmente favorable a Rusia, Prusia también desempeñó un papel decisivo.[11] La importancia de esta adquisición queda demostrada por la frecuencia con la que Federico renovó repetidamente este deseo.Una primera oportunidad para forjar tal acuerdo ruso-prusiano fue el nombramiento del nuevo rey polaco en abril de 1764.Austria quedó excluida de esta decisión, por lo que Rusia determinó prácticamente en solitario la sucesión al trono.La decisión de Rusia sobre la persona que debía suceder al trono ya estaba tomada desde hacía tiempo.[13] No obstante, Poniatowski era algo más que una mera elección embarazosa, pues el pretendiente al trono, que sólo tenía 32 años, contaba con una amplia educación, un gran talento para los idiomas y poseía amplios teoría del estado diplomáticos y teoría del estado.[16] Sin embargo, Poniatowski demostró no ser tan leal y obediente como la zarina había esperado.Esto significaba que las futuras dietas imperiales quedaban liberadas del "liberum veto" y las decisiones por mayoría (pluralis votorum) eran suficientes para aprobar resoluciones.Austria se anexionó los siete voivodatos de la Galitzia Oriental y la Pequeña Polonia, excepto Cracovia.Debido a la división de Polonia entre las potencias centroeuropeas y Rusia, la resolución del conflicto ruso-turco se facilitó.El ejército polaco fue derrotado, además Prusia abandonó unilateralmente la Alianza defensiva polaco-prusiana de 1790 dirigida contra Rusia y Poniatowski tuvo que someterse a la zarina.Enfrentada a una disyuntiva, Catalina II, tras muchas vacilaciones, optó por mantener la alianza y aceptó un nuevo reparto de los territorios polacos bajo Prusia, como "compensación por el coste de la guerra, contre les rebelles français,[22] y el Imperio zarista.Los embajadores rusos enviados por Catalina la Grande influyeron decisivamente para asegurar, con sobornos o promesas, que los aristócratas polacos del Sejm se opusieran a intentos reformadores.Asimismo, este fortalecimiento del gobierno central polaco atacaba las aspiraciones de Rusia, que prefería mantener una Polonia debilitada y sujeta a la influencia rusa.Los reformistas del Sejm, junto con el rey Estanislao II Poniatowski, debieron afrontar una guerra contra los nobles rebeldes y las tropas rusas que los apoyaban; así combatieron dirigidos por Tadeusz Kosciuszko, mas fueron vencidos en condiciones de grave inferioridad numérica.Los reformistas polacos habían pedido el apoyo de Prusia, pero el rey prusiano Federico Guillermo II temía fundadamente el liberalismo expresado en la nueva Constitución polaca, que copiaba muchas ideas extraídas de la Revolución francesa; considerando más ventajoso unirse a una Rusia autocrática que apoyar a una Polonia liberal, las tropas prusianas negaron apoyo a los polacos.No obstante, su esfuerzo fracasó en tanto muchos aristócratas se negaron a esta concesión final en favor de sus campesinos.Prusia se anexó la Masovia con La Capital Varsovia, la Polonia Mayor y confirmó su dominio sobre el litoral de Pomerania.En el mismo tratado se pactó evitar conflictos con Austria reconociendo a ésta la posesión sobre las provincias polacas de Galitzia y la Polonia Menor.Polonia, con esto, desaparecía como estado independiente en Europa hasta 1807, cuando se constituyó brevemente el Gran Ducado de Varsovia.
Stanisław August Poniatowski con corona y reloj de arena (pintura de
Marcello Bacciarelli
)
Polonia-Lituania después de la primera partición, como protectorado del
Imperio ruso
(1773-1789).