Según un relevamiento realizado en un universo delimitado de familiares y sobrevivientes en 2008, un 31 % aún continuaba bajo tratamiento psicológico cuatro años después del hecho.La puerta fue abierta por los bomberos una vez que llegaron al lugar, minutos después de iniciado el incendio.[32] Existía además el pago de soborno a un oficial de la Policía Federal Argentina para que brindaran seguridad en la puerta del lugar y para que no se realizaran contravenciones debido a las irregularidades existentes en el local.[36]Durante los recitales que brindó Callejeros Raúl Villarreal, por orden de Chabán, le pagó al subcomisario Carlos Rubén Díaz 300 pesos argentinos por jornada.Esto encendió la ira del público, que destrozó el boliche y los equipos de la banda.A Villarreal en cambio, se le dictó la prisión preventiva ya que fue acusado de homicidio con dolo eventual.[69] Sin embargo, para fines del 2005 solo Juan Carlos López permanecía acusado de homicidio culposo agravado.Sin embargo, la justicia los autorizó a realizar presentaciones,[75] lo que finalmente sucedería el 6 de julio.[36] En la documentación suministrada al juzgado, los pagos se encontraban incluidos en la liquidación de gastos que llevaban informalmente los involucrados.A pesar de esto, los procesados mantuvieron la libertad hasta que dichas condenas quedaran en firme.Los demás músicos (Maximiliano Djerfy, Elio Delgado, Cristian Torrejón y Juan Carbone) recibieron 5 años.[121] Frente Compromiso para el Cambio: Santiago de Estrada, Marcelo Godoy, Gabriela Michetti, Martín Borrelli, Marcos Peña, María Soledad Acuña, Rodrigo Herrera Bravo.Juntos por Buenos Aires: Diego Santilli, Jorge Enríquez, Juan Carlos Lynch, Álvaro González, Mario Morando, Dora Mouzo.Frente para la Victoria: Diego Kravetz, Miguel Talento, Ana Suppa, Claudio Ferreño, Silvia La Ruffa y Mónica Bianchi.Una sala formada por los antiguos legisladores era favorable al suspendido Jefe de Gobierno, ya que sus aliados políticos no habían obtenido un buen resultado en las últimas elecciones y con el cambio habría más opositores.[124] La sala de juzgamiento tenía cuatro meses para fallar, y si no lo hacía en ese lapso Ibarra sería absuelto.La votación se produjo con 10 votos a favor, 4 en contra y una abstención; exactamente los dos tercios necesarios para la destitución.[132] Luego del incendio, la calle Bartolomé Mitre, en la cual se encontraba el local fue cerrada al tránsito vehicular[134] por orden judicial.[134] La zona, junto a la Plaza Miserere y cercana al centro de la ciudad, atrae un tránsito vehicular muy numeroso.Yo los veo cuando prenden bengalas en los shows de Los Gardelitos y, te digo, sus ojos buscan la fe ahí.Inevitable porque sobraban indicios para preverla y, aun así, nadie hizo nada (o al menos lo suficiente) por detenerla.Pero había algo en el discurso del Indio Solari que hablaba de desintegrar esa barrera entre público y artista.D’Addario: “Todas las cosas que ahora vemos como peligrosas hacían a la fiesta del rock.Tenemos derecho a exigir no ya calidad artística, sino al menos un nivel de show.Debieron caminar 5 kilómetros por el barro y bajo la lluvia para entrar o salir del Autódromo.Eso no es «tener aguante»: es tolerar cualquier vejamen por parte nuestros ídolos, de aquellos que dicen preocuparse por nosotros y cuidarnos.Esta clausura masiva no se produjo solamente en la Ciudad de Buenos Aires, sino también en diversas partes del país.En cuanto a la evolución musical del rock argentino, tras Cromañón se produjo un retroceso en el apoyo al género del rock barrial,[37][154][155][156] que comenzó a sufrir una demonización en los medios, deslegitimación de sus causas, y cierto rechazo en parte de la sociedad.Según el diario Página 12 sobre el estado del rock barrial a fines de los años 2000: No obstante, la caída del rock barrial no fue abrupta sino que fue lenta y paulatina en los años siguientes a Cromañón.[158] Hacia fines de la década de 2000 las bandas del rock barrial aún continuaban siendo partícipes relevantes en la escena, el diario Página 12 decía: "un rock barrial que sigue vigente pese a los embates del tiempo, aunque bajo condiciones cada vez más severas y excluyentes".
Puesto situado a metros de República Cromañón, con fotos de las numerosas víctimas.
Zapatillas de las víctimas y mural pidiendo justicia por ellas.
Fachada del Palacio de Justicia dónde se juzgo a los culpables.
Placa sobre la calle Perú, junto al Palacio Legislativo Municipal, que recuerda la destitución de Aníbal Ibarra como Jefe de Gobierno por considerárselo responsable político de las muertes del incendio.
Aníbal Ibarra
fue señalado por los familiares de las víctimas como uno de los mayores responsables de la tragedia.
Tras la destitución de Ibarra,
Jorge Telerman
asumió la Jefatura de Gobierno.
Un sector de la calle Mitre fue convertida en un santuario, llamado "plaza de la memoria".
Las zapatillas colgadas se convirtieron en un ícono de la tragedia.