La república fue establecida en territorio de los Estados Pontificios durante la campaña llevada a cabo por los ejércitos franceses dirigidos por Napoleón Bonaparte en el norte de Italia.
El nuevo estado se creó bajo la protección de la República Francesa y de la República Cisalpina (otra de las «repúblicas hermanas»).
La difusión de las ideas liberales favoreció la penetración francesa.
La existencia de la República Anconitana fue efímera.
El rojo y el amarillo eran los colores tradicionales de la ciudad y puede suponerse que el color azul se añadió por la bandera de Francia.