Su configuración curvilínea está normalmente acentuada por franjas de albedo bajo que se sitúan entre las volutas brillantes.Aparecen sobre la superficie lunar superpuestas sobre cráteres y depósitos de eyección, pero sin ningún rasgo topográfico observable.Se han identificado tanto en los mares lunares como en las tierras altas, no estando asociados con ninguna composición litológica concreta.En los mares lunares lunares hay de albedo fuertes y complejos con morfologías sinuosas; mientras que en los terrenos de montaña se presentan menos prominentes y exhiben formas más sencillas, como bucles simples o localizaciones difusas brillantes.[3] Un modelo alternativo a una anomalía magnética inducida por plasma, que también evita la necesidad de correlación con una cuenca en las antípodas, consiste en la formación de corrientes inducidas por un impacto, distribuidas por ondas sísmicas recorriendo la superficie Luna.