Tras completar con éxito su misión principal en su primer año en servicio, la nave sigue estando operativa a día de hoy, ubicada en una órbita lunar alta desde la que continúa enviando imágenes a la Tierra.
[1] El Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) es el primer satélite del “Vision for Space Exploration”, programa de la NASA cuyo objetivo final es el envío de astronautas a la Luna, el establecimiento de bases permanentes sobre su superficie y la consecución del primer vuelo tripulado a Marte y más allá.
La misión se centró especialmente en el estudio de los polos lunares, relativamente inexplorados y extremadamente fríos ya que no reciben la luz directa del Sol.
Los resultados de los dos impactos fueron observados por telescopios terrestres y espaciales para ser posteriormente analizados.
Las opciones seleccionadas para ese estudio fueron tres: un sistema propio de la NASA, un sistema de una empresa americana y flexplan de GMV (sistema desarrollado íntegramente en España y que ya era utilizado por operadores como la Agencia Europea del Espacio o EUMETSAT).
A mediados de 2006 GMV firmó un contrato con Honeywell Technology Solutions Inc.