María Crucificada abandonó a las benedictinas y dirigió la nueva congregación.
[3] Durante cien años la congregación femenina constituyó solo el convento de Corneto.
Solo hasta 1872 se fundó un segundo monasterio, que a la vez fue el primero fuera de Italia, en Mamers (Francia).
[3] El hábito de las monjas está compuesto por una túnica, un velo y una capa, todos negros, con un bordado en el pecho, en blanco, que representa el escudo de la congregación.
En 2015, el instituto contaba con unas 310 monjas en 35 conventos,[1] presentes en Argentina, Bélgica, Brasil, Colombia, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Filipinas, Indonesia, Italia, Japón, México, Países Bajos y Reino Unido.