En el siglo XVI, los primeros diplomáticos polacos en España incluyen a Johannes Dantiscus y Piotr Dunin-Wolski.
[6] En el siglo XX, un número de polacos participaron en la guerra civil española en el lado republicano, la unidad más famosa fue el Batallón Dabrowski.
[10] Tras la Segunda Guerra Mundial, se establecieron relaciones diplomáticas completas desde 1977, ya que el gobierno de la República Popular de Polonia se negó a reconocer al gobierno falangista del general Francisco Franco.
[5][14] Aún más importante, los dos países también comparten una fuerte historia católica, en la luchas contra los musulmanes (Antemurale Christianitatis y Reconquista).
En primer lugar, cabe destacar la traducción que se ha hecho del gran Miguel de Cervantes.
No obstante, es importante aludir a que Florian hizo numerosos cambios respecto a la obra original, por ejemplo: redujo los 6 tomos a 3 o sustituyó poesías cervantinas por las suyas propias, modificó en ocasiones el transcurso de la acción, intentó incrementar la verosimilitud, etc. Al año siguiente, simultáneamente, aparecieron dos ediciones de la misma; una en Ginebra y otra en Bruselas.
También fueron traducidas al polaco otras obras cervantinas tales como La novela del curioso impertinente o El licenciado Vidriera.
Así, ya en 1997 habían sido traducidas al polaco prácticamente todas las novelas unamunianas y algunos poemas sueltos.
Estos sobre todo fueron tratados por los estudiosos polacos durante la Guerra Civil española, ya que eran autores vinculados con la izquierda y por tanto bien vistos por el régimen de Polonia.