[1] Las relaciones entre ambos países vienen marcadas por la pertenencia de Guinea Ecuatorial al Imperio Español entre 1778 y 1968.
Sin embargo, España carecía de la riqueza y el interés necesarios para desarrollar una infraestructura económica importante durante la primera mitad del siglo XX.
Durante este periodo empiezan a surgir tímidamente los primeros movimientos independentistas en el país, como el liderado por Acacio Mañé Ela.
Se formó una Convención Constituyente que produjo una ley electoral y un borrador de constitución.
Un 63% del electorado votó a favor de la nueva constitución, que preveía un gobierno con una Asamblea General y un Tribunal Supremo con jueces nombrados por el presidente.
El presidente ecuatoguineano aprovechó este pretexto para acabar con toda la oposición e instaurar una siniestra dictadura.
España mantiene relaciones diplomáticas con Guinea Ecuatorial desde su independencia en 1968, aunque fueron brevemente interrumpidas en el último período del Gobierno de Macías Nguema.
En 1980 se firmó el Tratado de Amistad y Cooperación, en cuyo marco se han celebrado ya doce comisiones mixtas que cubren todo el espectro de las relaciones bilaterales entre los dos países, prestando especial atención a la cooperación al desarrollo.
[3] Las relaciones comerciales de Guinea Ecuatorial y España han experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años.
[5] Como parte de estos acuerdos, la Cooperación Española cuenta[6] con sendos centros culturales[7] en Malabo y Bata, al igual que la Universidad Nacional de Educación a Distancia[8] mantiene un centro para el ámbito insular y otro para el continental.