En su extenso mandato ha implementado la creación de obras públicas como hospitales, carreteras, monumentos y colegios.
Pero también ha propiciado graves acusaciones de corrupción política, violaciones a los derechos humanos, el marcado autoritarismo, la represión y la militarización que vive su país.
En las primeras elecciones presidenciales de 1989 fue reelegido, como candidato del todavía único partido por entonces.
En 1996 volvió a ser reelegido siendo estas las primeras elecciones pluralistas de la nueva etapa democrática.
[44][45] También 2024 se publicó que mercenarios del grupo Wagner (ahora llamado "África Corps") habían entrado en Guinea Ecuatorial a petición de Obiang.
Su esposa Constancia y su hijo Teodorín han sido, al igual que el presidente, acusados en repetidas ocasiones de corrupción.
Obiang cuenta con varios otros hijos, muchos de los cuales ocupan cargos en su gobierno.
Fue recibido por José Luis Rodríguez Zapatero (presidente del Gobierno) y por el jefe de la oposición parlamentaria, pero varios grupos parlamentarios se opusieron a su comparecencia en el Congreso de los Diputados, la cual acabó siendo cancelada.
[58][59] Frank Rubby (exembajador estadounidense en Guinea Ecuatorial), en la serie de televisión African Dictatorships and Double Standards, lo definió como «el gobernante más asesino y ladrón del mundo».
Pese al blanqueo de dinero en Europa, la corrupción generalizada en el país, los atentados sistemáticos contra los derechos humanos constatados por el relator de las Naciones Unidas sobre la Tortura, y la desigualdad extrema del país, la riqueza petrolera parece otorgar inmunidad al dictador, que ha sido recibido, y tratado como amigo por Condoleezza Rice, Nicolas Sarkozy, Kofi Annan, Juan Carlos I de España, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, y otros mandatarios.
[60] Allí la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner le hizo llegar sus preocupaciones al respecto de la situación humanitaria en su país denunciada por Naciones Unidas en 2002 y Obiang abandonó el país ofendido, por lo que los convenios firmados quedaron en letra muerta.
Teodorín transfirió durante años a su cuenta personal los ingresos del impuesto sobre la venta de madera, según los fiscales franceses.
Durante su estancia en España, Obiang fue recibido también por el entonces líder de la oposición, Mariano Rajoy, en la sede del PP.
El PP, más comedido, aceptó una visita que nunca se produjo.
Ocho años después, Obiang volvió a España en viaje oficial para asistir al funeral de Estado por el expresidente español Adolfo Suárez.
Mariano Rajoy rechazó reunirse de forma oficial y bilateral con el presidente ecuatoguineano.
El objetivo era, según dijo La Moncloa entonces, establecer un plan para normalizar las relaciones entre ambos países.
Felipe González también mantuvo relaciones con Obiang, que visitó España en múltiples ocasiones bajo el primer Gobierno del PSOE.
Pocos meses antes, otro intento de golpe de Estado había enfrentado a ambos países y puesto en peligro las relaciones diplomáticas en un momento en el que el petróleo no era más que una quimera.