El candidato de su partido, Lionel Zinsou, fue derrotado por quien sería su sucesor, Patrice Talon.
[2] A pesar de su poca experiencia política, su prestigio como economista parece haber sido fundamental en su ascenso al poder.
[3] Al no lograr una mayoría absoluta, se enfrentó en una segunda vuelta al antiguo presidente del parlamento Adrien Houngbédji, que había conseguido el 24,2% de los votos en la primera vuelta.
Estas elecciones, a pesar de algunas irregularidades, fueron consideradas democráticas y justas por observadores internacionales.
La elección, de alta participación a pesar del declive en la segunda vuelta, también fue considerada libre.
Su elección también marcó el fin de la tensión política generada por las disputas entre Soglo y Kérékou por fraude electoral, puesto que ambos expresidentes habían superado la edad constitucional para presentarse a la presidencia nuevamente.
Varios de sus acompañantes resultaron heridos en el tiroteo subsiguiente entre la guardia presidencial y los aspirantes a asesinos.
La controvertida elección, considerada aún libre y justa por observadores internacionales, fue una victoria para Boni quien, contra todo pronóstico, obtuvo su reelección en primera vuelta con más del 53% de los votos, siendo el primer mandatario beninés en lograrlo.
[4] Posteriormente, la coalición de Boni retornó a la mayoría parlamentaria, reforzando su gobierno.