Aunque nació en Liverpool, creció y se crio en Dublín.
Consigue un quinto en su segunda carrera, la Mid-Antrim 150 y ese mismo año intenta debutar en la Manx Grand Prix, pero su inscripción queda rechazada al ser menor de edad.
Ese mismo año participa en la Cookstown 100 (haciendo la vuelta más rápida) y es invitado por la fabricante AJS para probar la Porcupine 500, moto que el irlandés pilotará en el conducirá en el año de debut del Mundial.
En 1956, volvería a ser quinto en la general del medio litro y allí consigue la que sería su última victoria de su carrera en el Gran Premio de Alemania.
Alejándose del mundo de las dos ruedas, comenzó una corta carrera en el automovilismo, pero con poco éxito.