[9][10] La crisis comenzó a extenderse por las entidades financieras que tenían inversiones en las hipotecas subprime produciéndose la denominada Crisis de las hipotecas subprime que afectó profundamente a numerosos bancos europeos.
La situación concreta de los países agravó la crisis en mayor o menor medida.
[24][25] Los tres países más afectados, Grecia, Irlanda y Portugal, colectivamente sumaban el 6% del producto interior bruto(PIB) de la eurozona.
Países como Francia y Alemania propusieron que los estados de la zona euro incluyesen en sus respectivas constituciones medidas destinadas a limitar el déficit público.
Una Ley Orgánica estará encargada de desarrollar por completo el artículo, fijando el año 2020 como el inicio del nuevo límite para el déficit estructural.
En el Congreso, fueron hasta veinticuatro las enmiendas presentadas en contra de dicha Proposición, aunque todas se desestimaron.
Javier Pérez Royo consideró la reforma como necesaria, como una exigencia para la supervivencia de la Unión Europea, pero precipitada -la entrada en vigor se pospone al 2020- y entendió que dinamitaba las posibilidades del PSOE en las siguientes elecciones generales -como de hecho ocurrió-.
[30] También consideró que la reforma era una innovación en el Derecho constitucional europeo pero un cercenamiento de la soberanía.
[32] La reforma fue valorada como necesaria y muy positiva por el expresidente del Gobierno de España, Felipe González, quien afirmó: La estabilidad presupuestaria es una condición necesaria para garantizar, a medio y largo plazo, un crecimiento económico sostenido.
La consecuencia es inexorable: no se pueden mantener las políticas de cohesión social que definen nuestro modelo.