Establece para ello un "Estado de derechos" con origen en los denominados DESCA, o derechos sociales, culturales y ambientales, subordinando a un grado jurídico inferior las garantías individuales de la anterior constitución.
[1] La campaña por el Sí estuvo liderada por el Presidente del Ecuador Rafael Correa, su partido político Alianza PAIS y las agrupaciones que apoyaron la propuesta de constitución redactada por la Asamblea Nacional Constituyente.
Además sostuvo que si su propuesta era derrotada en el referéndum, inmediatamente regresarían a gobernar las fuerzas políticas anteriores al régimen, denominadas comúnmente como: "la partidocracia".
[3] En la campaña por el No al proyecto constitucional fue criticado por sostener que pretende mantener en el poder al partido de gobierno y a su líder así como tomar todos los organismos del Estado, en un reforzamiento del centralismo.
El principal argumento desde el constitucionalismo es que la nueva carta magna es contradictoria, demasiado larga (la más amplia del mundo); que impone una visión del Estado bajo la cual solo podrán gobernar quienes comulguen con una visión ideológica socialista y nacionalista/bolivariana y hecha a la medida de un líder.
La campaña mediática fue liderada en parte importante por el alcalde Jaime Nebot mediante la confrontación constante con el presidente por el tema de la autonomía de las instituciones municipales, se le sumaron otros partidos políticos, tales como el Partido Sociedad Patriótica dirigido por el expresidente Lucio Gutiérrez, quien sostuvo que Correa haría fraude,[6] lo que negaron los observadores internacionales que las calificaron de tranquilas y democráticas.
[8] En Guayaquil ciudad natal del presidente Correa (y donde se rechazó la nueva constitución con un 55%) desde donde declaró que Ecuador se había hecho a sí mismo un nuevo país en un proceso y que el nuevo marco legal quebraría el viejo sistema político e impulsará reformas sociales que garantizan los derechos fundamentales del pueblo de Ecuador.