Tras el préstamo que fue contraído en 2018 con el FMI y el consabido endeudamiento posterior, que implicó, entre otras cosas una reducción del déficit vía disminución de la obra pública, se postergaron inversiones en ferrocarriles.
Aunque la propuesta original había sido conectar la Línea Mitre y la Línea Roca en el centro de la ciudad, esta propuesta planeaba conectar las estaciones Retiro, Once, y Plaza Constitución.
[2][3][4] La RER conectaría todos los ferrocarriles urbanos y suburbanos exceptuando la línea Urquiza que tiene acceso a la estación Federico Lacroze del Subte de Buenos Aires[5] Esta propuesta fue iniciada en 2015 por el entonces Jefe de gobierno Mauricio Macri.
[9] La estación central se conectaría con la red del Metrobús y con las líneas , , , y del Subte de Buenos Aires, mientras que la línea , una vez completado su propio proyecto de extensión, estará conectada al sistema RER en la estación Correo Central.
[10] La última etapa demoraría otros dos años y consistiría en extender la línea Belgrano Sur hasta constitución desde la terminal actual usando viaductos (Este proyecto ya está siendo concretado aparte de la RER).
[13][14][15][16][17] Las líneas Belgrano Sur y Belgrano Norte son tal vez el más grande desafío dado que las dos tienen un ancho de trocha distinto al resto de la red y no están electrificadas.
Pero los nuevos coches de la línea Belgrano Sur pueden ser fácilmente convertidos para uso eléctrico.
[24] La línea Urquiza ya tiene una conexión con las futuras estaciones de la RER a través de la línea B, aunque actualmente esta conexión no es utilizada dado que el servicio termina en Federico Lacroze y no continúa bajo tierra.