[1] Durante sus dos primeros años, el Metrobús constaba de un solo corredor que se extendía por la Avenida Juan B.
Justo con buses normales y una dotación mínima de ómnibus articulados, cubriendo ambas líneas casi todas las paradas del recorrido; por otra parte, las líneas 53, 99, 109, 110 y 172 cubren únicamente las paradas que cortan su antiguo recorrido.
Si bien durante su construcción se percibieron dudas respecto a la efectividad del servicio, una vez puesto en marcha se ha notado una reducción considerable de tiempo a la hora de viajar en las líneas mencionadas.
Muchas de las líneas que lo utilizan no lo hacen en forma total, sino parcial.
La tarifa era única y contemplaba la combinación entre las distintas líneas sin tener que abonar adicionales.
La CTCBA operó entre 1939 y 1948, año en que terminó siendo absorbida por el propio Estado Nacional debido al fuerte déficit que registró la empresa conjunta durante toda su existencia debido a su baja rentabilidad: por decisión del Gobierno, el aumento de los costos (combustibles y salarios) no podía ser compensado con aumentos en las tarifas.
Solamente los subterráneos continuaron bajo administración nacional directa hasta 1979, cuando fueron transferidos a la Municipalidad de Buenos Aires, sin embargo, diez años después, el Intendente Carlos Grosso devolvió al Estado Nacional la operación del sistema para que fuera incluida dentro del proceso de privatización ferroviaria que encaraba el Ministerio de Economía.
[8] En el año 2006, con el anuncio de las obras para construir un tranvía en Puerto Madero, pronto se especuló con las futuras líneas que podrían construirse: la opción de un ramal por la Avenida Juan B.
Así, a diferencia de lo ocurrido en otras ciudades latinoamericanas, las líneas existentes afectadas por la implementación del sistema, no desaparecerían ni unificarían su gestión, ya que las concesiones del servicio correspondían al Poder Ejecutivo Nacional.
Por otro lado tampoco podría implementarse la tarifa única de combinación entre líneas o el sistema de pago anticipado del pasaje al momento de ingresar a las paradas, ya que cada empresa seguiría siendo autónoma y la recaudación, en las distintas jurisdicciones, continuaría supeditado al Gobierno Nacional a través del sistema SUBE.
La idea del Gobierno porteño era que ambas empresas unificaran su recorrido sobre la avenida Juan B.
Justo, entre las estaciones ferroviarias de Liniers y Palermo, tras lo cual cada empresa continuaría con su recorrido normal.
Justo a su vez contaría con carriles exclusivos y paradas con plataformas elevadas en las principales intersecciones.
Las paradas se encuentran elevadas sobre la calzada y todas ellas incluyen información sobre los colectivos que pasan por ella, así como las combinaciones posibles entre ellos o con otros servicios.
El Gobierno de la Ciudad ha señalado que el trayecto recorrido de colectivos por estos carriles exclusivos no podría haber sido remplazado por un subterráneo, ya que bajo la Avenida Juan B.
[13] Asimismo, está contemplada la utilización del corredor por parte de ambulancias, patrulleros y bomberos.
Finalmente dicha acusación fue desestimada por la justicia porteña, quien autorizó al gobierno municipal a continuar con las obras.
Por otra parte, también se critica el proyecto por superponerse a la Línea C del subterráneo y, por lo tanto, por representar una competencia al mismo.
El Metrobús consta de cinco ramales en los que viajan 600.000 pasajeros diarios.