Requiario

En el año 448, ascendió al trono del reino suevo en la Gallaecia a la muerte de su padre, el rey Requila.Para conservar el poder y arreglar la relación con la aristocracia imperial dañada por el anti-cristianismo de su padre Requila, ferviente pagano, Requiario aceptó el catolicismo, pero a título personal, es decir, gobernaría para los cristianos como un rey cristiano y para su gente de acuerdo a sus costumbres ancestrales.[2]​ Además, para demostrar su poder sobre la zona y su sumisión al emperador Honorio, acuñó monedas con ambos nombres.En los años siguientes, sin embargo, las perturbaciones en el seno del propio Imperio romano, con la muerte de Aecio y los sucesivos emperadores, a cual más inestable, abrieron un vacío de poder en la Península que Requiario quiso aprovechar.Rompiendo el acuerdo con el Imperio, en 456 Requiario pretendió extender su dominio por toda la Península, invadiendo la Cartaginense.
Las conquistas del rey suevo Requila entre 438 y 448.