fue una guerra civil que tuvo lugar en Japón en 1156 debido a diferencias en cuanto a la sucesión imperial y el control de la regencia de Fujiwara.
[1] Cuando el Emperador Go-Shirakawa asumió el trono (sokui), aparecieron una serie de disputas por el poder que se complementaron con las disputas ya establecidas entre las familias nobles circundantes que aprovecharon el conflicto para acrecentar su poder.
En el otro bando, Minamoto no Yoshitomo hizo exactamente la misma sugerencia y su plan fue aceptado.
Las fuerzas de Go-Shirakawa vencieron a Sutoku, por lo que el Emperador Nijō fue entronizado y Go-Shirakawa se convirtió en el nuevo emperador enclaustrado en 1158 y lo seguirá siendo hasta 1192.
Minamoto no Yoshitomo se convirtió en la cabeza del clan Minamoto tras la muerte de su padre, y junto con Taira no Kiyomori tuvieron éxito en establecer dos clanes samuráis como el mayor poder político en Kioto.