Real Sociedad Española de Física

La RSEF es un colectivo estructurado en grupos especializados y secciones locales.

Criterio que se mantuvo en la composición de la Junta Directiva hasta 1923 en que se acuerda la incorporación de cuatro vocales no residentes en la capital.

A partir de los años 20, y gracias a las becas de la 'Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, ya habían salido al extranjero un considerable número de físicos y químicos españoles, y por España habían pasado destacadas figuras científicas como Urbain, Fourneau, Fabry, Perrin, Fajans, Sabatier, Ostwald, Marie Curie, Einstein, Scherrer, Weiss, Sommerfeld...

Además, la Sociedad fue integrándose en sociedades científicas internacionales (Comité de la Unión Solar, Unión Internacional de Química Pura y Aplicada,...) y llamada a ser representada en Congresos y Conmemoraciones (Químicos azucareros de Francia, Radiología y Electricidad en Bruselas, Química Aplicada en Washington y Nueva York, Pesos Atómicos en Lyon, Estudios Solares en Bonn, Homenaje a Volta en Como, Homenaje a Ramsay en Londres...).

Y algunos de nuestros científicos, miembros de la Sociedad (Cajal, Cabrera, Hauser, Rodríguez Mourelo, Torres Quevedo, Casares, Carracido, Moles...) fueron invitados como conferenciantes, traducidos sus trabajos, y distinguidos de formas diversas en instituciones docentes y científicas de Europa y América; en definitiva, se iba consiguiendo a base de asumir el «haciendo ciencia y haciendo patria», «darnos a conocer y estimar fuera de España», que con éstas u otras expresiones similares eran casi una constante en las reuniones mensuales de las sucesivas directivas, y desde luego el deseo más vehemente con que los científicos del 98 manifestaron su creencia en la regeneración española.

El lanzaroteño Blas Cabrera, por ejemplo, participó en las conferencias Solvay de 1930 y 1933.

Antes bien se despertó aún más la intención de difundir la ciencia dentro del territorio nacional: ampliando la vinculación con los centros docentes; insistiendo, especialmente en los años de la contienda, en la necesaria relación entre ciencia e industria; aspirando a la colectivización de sociedades y otras instituciones nacionales con intereses científicos.

Así, la Sociedad atravesó un serio bache entre 1919 y 1921 que, si bien no puede decirse que hubiera riesgo de desaparición, la tambaleó en su euforia acostumbrada y obligó a las respectivas directivas a introducir algunas modificaciones en sus maneras habituales de proceder.

Si con esa distinción la Sociedad fue reconocida en el ámbito nacional, no tardarían en pasar muchos años, en 1934, para que su reconocimiento internacional se hiciera patente: en 1934, la Real Sociedad organizó en Madrid el IX Congreso Internacional de Química, el primero de la posguerra (el VIII fue en 1912).

Dicho Reglamento cambió el color de Ciencias, originalmente verde, por el actual azul turquí; éste, más oscuro que el azul celeste, es el color que predomina en la web de la RSEF.

Actualmente los premios RSEF-Fundación BBVA se otorgan en las siguientes categorías:

Acta de la sesión de constitución de la Sociedad Española de Física y Química celebrada el 23 de enero de 1903 firmada
por José Echegaray .
Portada del primer número de Anales de la Sociedad Española de Física y Química , primera publicación de la sociedad precursora de la RSEF.