Los rayos N fueron una forma hipotética de radiación descrita por el físico francés Prosper-René Blondlot en 1903.
[4] Los físicos Gustave le Bon y P. Audollet junto con Carl Huter incluso afirmaron haberlos descubierto por su cuenta,[5] llevando a la comisión de la Academia Francesa de Ciencias a decidir la prioridad.
[6] El "descubrimiento" suscitó el interés internacional y muchos físicos trabajaron para replicar los efectos.
Sin embargo, notables físicos como Lord Kelvin, William Crookes, Otto Lummer y Heinrich Rubens fueron incapaces de reproducir el fenómeno.
[1] El incidente es usado como advertencia entre los científicos sobre los peligros referentes al sesgo del experimentador.