Su padre era sacerdote protestante y en su árbol familiar se puede rastrear hasta llegar a un Buehler, amigo del célebre Wesley, que fue obispo de Gales en el siglo XVIII.
Sea como fuere, Seabrook recibió una excelente educación tanto en su patria como en Europa, donde estudió metafísica y filosofía en la Universidad de Ginebra en Suiza.
Así, Seabrook se convirtió en un brillante hombre de negocios que alternaba con la alta sociedad, jugaba al golf y tomaba copas con otros miembros del Rotary Club local.
En 1915 se incorporó como enfermero en el ejército francés y sirvió en la Primera Guerra Mundial tuvo una actuación destacada en Verdún en 1916, donde sufriría los efectos perniciosos del gas mostaza y se le concedió más tarde la Croix de Guerre.
Además de algunos libros, Seabrook había publicado artículos en revistas populares como Cosmopolitan, Reader's Digest y Vanity Fair.
El relato de sus viajes, se tituló ‘’’ Adventures in Arabia: among the Bedouins, Druses, Whirling Dervishes and Yezidee Devil Worshipers’’’ (Aventuras en Arabia: Entre los beduinos, drusos, derviches y los Adoradores del Diablo Yezidee).
En la primera parte del libro cuenta su encuentro con Mithqal al-Fayez, en cuya tribu vivió durante varios meses.