Ramón Irigoyen

Estudió en el Seminario que luego abandonó para estudiar lenguas clásicas.

[1]​ Como poeta gusta de épater le bourgeois con un lenguaje libre, a veces agresivo y lleno de rabia, otras veces con ternura y con unos versos repletos de chistes, blasfemias y tacos, como contrapunto a los novísimos.

[2]​ Como letrista, ha colaborado con Mocedades, Rosa León, Mango y el músico sinfónico Agustín González Acilu.

Como narrador ha publicado Inmaculada Cienfuegos y otros relatos y Un placer inconfesable, libro compuesto por relatos escritos desde 1980, de los cuales solo la primera parte permanecían inéditos.

[3]​ Como filósofo ha publicado Una pequeña historia de la filosofía (Oniro, 2008) en clave satírica, donde califica a Platón de gánster y delincuente, y a Heidegger de enfermo mental, entre otros juicios; por otro lado, ensalza a las filósofas, que acompaña con teorías como la que sostiene que quien no es feminista es un peligro público.