Pasados unos años finaliza la carrera eclesiástica en el Real Seminario Conciliar de Santa Catalina, en Mondoñedo.
En adelante supondría un pilar fundamental su cónyuge, Salina, "[...] moi unidos en ideas, sentimentos e proxectos creativos", como cita su amigo David Corral Díaz.
Con ese nombre, A miña pintura, acuñó una colección de sus obras alojada en su página hómonima ramonirago.com.
En estas artes fue muy prolífico desde su infancia, y a lo largo de la vida desarrolló etapas con estilos marcadamente diferenciados.
Sus escenas recurrentes: celebraciones, festejos, ofrendas musicales, vendimias, puertos marineros, tareas de pesca, barcas y veleros, parrafadas entre amistades, descansos del trabajo, abrazos, niños en el regazo de sus madres, parejas en actitud tierna...