[1] Finalizada en España la guerra contra las franceses y ostentando el grado de capitán, se embarcó para América como ayudante de campo del brigadier José de Canterac, quien por la ruta de Panamá conducía al Perú la expedición del batallón Burgos y los Lanceros del Rey.
A su llegada a Costa Firme, estas unidades fueron retenidas por el teniente general Pablo Morillo quien las requería para la lucha contra los insurgentes de Nueva Granada y Venezuela, en agosto de 1817 el capitán Gómez de Bedoya hizo la campaña sobre la isla Margarita, foco revolucionario, participando del asalto al fuerte la Galera donde por orden de Canterac dirigió dos compañías de infantería las cuales fueron las primeras en traspasar las murallas recibiendo Gómez de Bedoya una grave contusión en el pecho producto de una pedrada arrojada por los insurrectos en medio de su desesperada resistencia.
Ascendido a coronel del regimiento participó también en la batalla de Moquegua en 1823 y en junio de ese año, ostentando ya el grado de brigadier, volvió a incursionar a Lima cuando el ejército de Canterac reocupo la ciudad, el 1.º de julio sostuvo en la Legua (cerca del Callao) un encuentro con las avanzadas independentistas desprendidas de los castillos del puerto a las que derrotó y puso en fuga, poco después el ejército de Canterac retornó a sus cuarteles de la sierra central desde donde en febrero de 1824 dicho jefe mandó una división al mando del general Juan Antonio Monet a ocupar nuevamente Lima siendo el brigadier Gómez de Bedoya comandante de la caballería.
Tras la pérdida definitiva del Perú regresa a la península.
[3] A su regreso a la metrópoli continuo en el servicio activo, fue inspector de caballería e infantería y en 1833 es nombrado primer comandante de los Húsares de la Princesa, al año siguiente es ascendido a mariscal y durante la guerra carlista sirve junto al también mariscal Mateo Ramírez bajo el mando de José Santos de la Hera, ambos antiguos compañeros de armas en el Perú.