Lienzos que hoy se encuentran en el Ayuntamiento de la ciudad.
[3] Con el paso de los años, Ramón Castañer, en su pintura experimentó muchos cambios, buscando, evolución y en definitiva, maduración.
Vivió algún tiempo en París donde obtuvo la influencia que fue asimilando en regresiones hasta convertirse en el abstracto más avanzado.
A partir de esta fórmula, Castañer se inicia en la pintura automática, rehuyendo las facilidades que el figurativo le ofrecía.
Su realismo es cálido, y está cargado de una poesía que envuelve al espectador.
Por último la muerte del santo, de cuerpo presente, custodiado por tres ángeles que se llevan su alma, y una gran tela que representa la escala de Jacob.
En el lateral izquierdo, una carroza y personajes con trajes antiguos de las fiestas.
Como dato curioso y algo habitual en Castañer, en este mural nos encontramos con 43 retratos de personajes alcoyanos.
En total el número de retratos realizados durante su carrera han sobrepasado los 150.